Maskné: qué es y cómo prevenirlo
¿Has notado que tienes más acné y que se ha concentrado en la mitad inferior de tu rostro? Si contestaste que sí, ¡definitivamente tienes maskné! La llegada de la pandemia trajo consigo este nuevo término, si aún no estás familiarizado con él aquí te contamos todo lo que tienes que saber y, lo más importante, cómo puedes prevenirlo o tratarlo.
¿Qué es el maskné?
Es la presencia de acné en la zona que rodea la boca, la nariz y la parte de las mejillas. Y se debe al uso prolongado de la mascarilla o cubrebocas. Si tu piel antes de la pandemia ya era propensa al acné, sensible o reactiva; tememos decirte que eres la persona ideal para desarrollar esta condición. Aunque si nunca has tenido mayor problema con las imperfecciones, tampoco estás exento.
¿Por qué sale?
El uso de mascarillas crea un desbalance en tu piel causado por 5 aspectos principales:
- Falta de ventilación que causa aumento de humedad
- Aumenta la producción de sebo hasta un 10%
- El pH de tu piel cambia y la microbiota también
- Hay más calor en la zona, la temperatura aumenta de 3 a 4 grados centígrados
- La piel tiende a irritarse por el roce constante
¿Cómo sé si tengo maskné?
En su mayoría, se trata de la aparición de granos en la piel por oclusión, con pápulas, pústulas y microcomedones en la barbilla o mentón y de forma simétrica a lo largo de la mandíbula. Ojo: es un brote normal, si notas algo distinto recuerda que existen otras condiciones como la dermatitis seborreica, eccema o foliculitis que pueden confundirse con maskné, para ello te recomendamos siempre consultar con un especialista.
¿Se puede prevenir?
¡Claro! No todo está perdido. Los expertos recomiendan darle descansos a tu piel, por cada 3-4 horas de uso continuo de la mascarilla procura retirarla en un lugar abierto (lejos de otras personas, para no poner en riesgo tu salud) por unos 10 minutos. Eso hará que tanto el calor como la humedad tengan un break. Además, utiliza una mascarilla que se adapte bien a tu rostro y que no apriete excesivamente. Si tiendes a hablar mucho, procura cambiar varias veces al día tu cubrebocas para contrarrestar la humedad y potenciar su eficacia.
Si ya tengo ¿cómo puedo tratarlo?
Ya sea para prevenir como para tratar, utiliza productos gentiles con tu piel, limpia al menos dos veces al día la zona (a menos que el especialista indique lo contrario) y procura darle un cuidado extra a tu piel con tu rutina de skincare. Los productos con probióticos son una excelente opción para ayudar a recuperar el balance del pH y de la microbiota de tu rostro.